Sé que eres consciente de que tendrás (o no) más tarta, dependiendo de tu capacidad de negociación. ¿verdad?
Todos somos negociantes, nos guste la palabra más o menos. En nuestra vida siempre tenemos un «toma y daca» con los clientes, los proveedores, compañeros… pero también en la familia negociamos el reparto de tareas del hogar, el lugar de las vacaciones, y con los niños y adolescentes… ¡no digamos!.
Lo que te propongo es conocer y aplicar herramientas para obtener la mejor de las negociaciones posibles, algo que será bueno día tras día… todos los días. ¿Comenzamos?
- No des nada por hecho, tu realidad es distinta a la de la otra persona: Nos pasa que muchas veces pensamos que sabemos lo que quiere la otra persona y NO ES ASI. Perdemos poder de negociación cuando somos nosotros los que proponemos, muchas veces las expectativas de la otra persona son menores y hemos perdido ya parte de la negociación sin haber ni siquiera empezado.
- PRE-GUN-TA. ¿que tontería, verdad? pues NO LO HACEMOS. Antes de meterte «en harina» pregunta todo lo que se te ocurra, (con elegancia) la otra persona se sentirá atendida y tu tendrás información extra para la negociación.
- Todo es negociable, y ¡todo es todo!. Cuando piensas «seguro que no me deja el piso donde vive» o cosas así… somos nosotros lo que ponemos una puerta infranqueable. Puedes negociar cualquier cosa, abre tu mente cuando tengas que hablar con tu pareja, con tu cliente, con tu vecino… Seguro que hay un buen acuerdo si no te cierras de principio.
- ¡No te pases negociando! Muchas veces la otra persona no negocia bien y tú puedes apretar y apretar… y aprentar!!!!, y ganar mucho más que lo que esperabas en un principio… ¿crees que es bueno para tí que esta persona quede frustrada o resentida contigo? ¿Crees que volverá a negociar contigo? Seguramente no. Los dos tenemos que pensar que salimos ganando con el trato que hemos cerrado.
- Deja SIEMPRE por escrito el acuerdo al que habéis llegado… sea lo que sea y en el momento de negociar. «Lo que no se pone por escrito, no existe». Muchísimos problemas tienen el punto de partida en que no hay nada por escrito. No dejes que una buena negociación se arruine con «puntos de vista» distintos del acuerdo.
En resumen:
No lleves una idea preconcebida de las expectativas de la otra persona, pregunta, pregunta, pregunta; Todo es negociable,incluso lo que piensas que no es negociable. No te pases, aunque tengas la negociación en tu mano y puedas estrujarlo… todos tenemos que salir ganadores, y lo más importante: ves escribiendo los acuerdos a los que llegáis… lo que no se escribe, no existe.
De qué voy a hablar en el siguiente post? pues de técnicas de negociación: por muy bueno que seas, con técnica puedes multiplicar tus resultados. ¿te interesa? ¡Si es así, te espero!
Enrique Bó, Director comercial.